“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: ‘Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará un hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? ¿O qué dará el hombre a cambio de su alma?’”
En este momento, ¿cuáles son las formas reales en que priorizas tus deseos, anhelos o anhelos sobre la obediencia a Dios? Piensa en tu:
- Relaciones
- Carrera
- Hábitos
- Aficiones
Vivir la buena vida que Dios desea para ti a menudo requiere acciones contrarias a la intuición. ¿De qué manera morimos para poder vivir?
- Morir a patrones arraigados de pecado nos permite experimentar la verdadera libertad.
- Morir a nuestros sueños podría llevarnos a la mejor voluntad de Dios para nosotros.
- Decir no a nuestros apetitos (ayuno) podría significar decir sí a recibir algo de Dios.
- Dar primero, ahorrar después y vivir de lo que queda puede parecer como morir a nuestra voluntad de gastar, pero abre la puerta a la vida con menos estrés y más alegría.
Jesús nunca promete que seguirlo sea un camino más fácil, pero es mejor. Tómese un tiempo y haga de Mateo 16:24-26 una oración personal. Mientras lo hace, si le viene a la mente un área en particular, puede respirar profundamente e imaginar que pone esa cosa delante de Dios, entregándosela a él.
